miércoles, 19 de octubre de 2011

Un mundo sin literatura


Lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en un mundo en el que no hay literatura, es que la gente, al no leer, dejaría de reflexionar sobre muchas cosas, puesto que los libros nos hacen reflexionar continuamente.
Quizá no creceríamos tanto como personas, puesto que los libros nos hacen madurar continuamente.
Supongo que nuestro espíritu de aventura quedaría, por decirlo de alguna manera, "obsoleto". Ya que no viajaríamos a lugares inimaginables a través de un libro. Lugares como el país de nunca jamás, el misterioso mundo del anillo verde o el increíble y excéntrico país de las maravillas de nuestra conocida Alicia...No viviríamos aventuras como en la historia interminable y no viajaríamos veinte mil leguas en un viaje submarino. Pero, por supuesto, no sentiríamos la necesidad de descubrir todos estos mundos.
Me da la sensación de que además, una parte de nosotros (esa que necesita desahogarse de vez en cuando, ya sea por dolor, alegría o añoranza) se sentirá frustrada, al no saber que podríamos sacarlo todo fuera, plasmándolo en un papel y así pues hacer literatura.
Y lo más importante, no podríamos evadirnos, alejarnos del resto del mundo para adentrarse en un libro y volar.