CAMARILLA: Generalmente empleada en tono peyorativo, la camarilla se refiere a un conjunto o grupo de personas que ejercen una influencia, incluso cierta presión, sobre un personaje importante o sobre los asuntos de Estado, sin que sea esa su función.
Alude a la costumbre que tenían los cortesanos más próximos al rey o a la reina de reunirse en una pequeña cámara cercana a las habitaciones del monarca.
Por cierto, en sus Episodios Nacionales, Benito Pérez Galdós dedicó un episodio a Los Duendes de la Camarilla...
DESAMORTIZACIÓN: se
entiende por desamortización a aquella acción legal que permitía liberar - para su posterior venta - bienes y tierras pertenecientes a las
llamadas "manos muertas", es decir, propiedades fuera de mercado y,
por tanto, improductivas por estar en manos de entidades que no las podían
vender como la Iglesia, la Corona, la nobleza o los municipios.
Una vez
liberalizados, aquellos bienes y tierras pasaban a manos del Estado que los vendía al mejor comprador
(acordaros de la Mina del Río Tinto en Huelva, comprada por una Compañía
inglesa por un poco más de 132.000 de
nuestros actuales euros).
Ese proceso de liberalización y desamortización se llevaba
a cabo a través de una ley que llevaba generalmente el nombre del ministro de
Hacienda que la había propuesto y redactado.
Así, en España, tenemos la Ley de Desamortización de Mendizábal, la de
Madoz, por mencionar aquellas que nos suenan del siglo XIX...
No hace falta decir que aquellas medidas desamortizadoras
no favorecieron a los campesinos sin tierras, ya que los bienes expropiados y
liberalizados solían ser adquiridos por ricos comerciantes y terratenientes.